lunes, 21 de junio de 2010

nada ni nadie

cuando me encuentro llorando por algún disparo, se hace injustificado el dolor mientras miro el vacío de quien actúa con aquella inconsciencia.
pero es inevitable que no llore por la desilusión, la decepción. Soy también culpable de reacciones inconscientes y asumo toda culpa. Debería obrar.
Pero ahora empiezo a regar para delante , la hierba que ya se ha malgastado y pisado, debe morir para que vuelva a nacer algo bueno.
Me llevo conmigo muchas cosas, desde el dolor he descubierto una ventana que estaba oculta. He comprendido lo necesario de sufrir. y lo injustificado de seguir sufriendo.
Muchas cosas se vuelven innecesarias y muchas otras relevantes.
y no me sigo resistiendo y puedo con cien mil cuerpos inconscientes mas en esta y en todas las vidas que tenga que vivir.

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